El Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región (COEM) alerta del riesgo que supone adquirir, a través de Internet, tratamientos dentales, como blanqueadores, férulas para el bruxismo, alineadores o pulidores, sin la supervisión de un profesional cualificado. Y es que, en los últimos años, se ha producido una expansión de Internet como medio de compraventa de todo tipo de productos sanitarios y medicamentos.
El COEM ha detectado en los últimos tiempos la comercialización, a través de Internet, de tratamientos y productos sanitarios que permiten al consumidor actuar sobre su boca, sin el control de un profesional sanitario. Dicha comercialización no cumple con las garantías mínimas necesarias para su puesta a disposición de los consumidores.
En muchos casos los productos no han sido sometidos a ningún control de calidad, por lo que no son aptos para su comercialización en la Unión Europea.
Determinados productos y tratamientos deben ser administrados exclusivamente bajo el control y supervisión de un profesional, dentista colegiado, ya que, de otro modo, son susceptibles de causar daños en la salud bucodental de las personas. Por esta razón, es indispensable acudir a una clínica dental, con profesionales titulados colegiados, para realizar cualquier tipo de tratamiento, pues sólo de esta manera, el paciente contará con todas las garantías de seguridad, evitando posibles riesgos.
A esta razón de peso, se unen otros factores como la tipología y morfología de los dientes y las encías, así como el estado de estos y la posible existencia de patología previa en la boca del paciente, pues son diferentes en cada individuo y condicionan la prescripción de tratamientos concretos y una utilización u otra de dichos tratamientos y productos.
Marco legal
Es fundamental aclarar la legalidad sujeta a estas actividades, ya que, de acuerdo con la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios, se limita la venta por correspondencia o procedimientos telemáticos, a los medicamentos no sujetos a prescripción. Además, estos deben estar comercializados por farmacias legalmente autorizadas y que figuren en el listado publicado por la autoridad competente, siendo un requisito inexcusable la actuación de un profesional responsable de dicha venta a través de Internet.
Esto no quiere decir que no existan tratamientos destinados a su aplicación fuera de la consulta, y por el propio paciente, pero siempre estarán suscritos bajo una revisión profesional de control, de forma que se identifiquen situaciones análogas y se aseguren los resultados exitosos previstos.
Fuente: Revista COEM