No muy lejos queda cuando un médico iba a montar su consultorio, al inicio de su vida laboral, se presentaba ante sus compañeros ubicados en la cercanía y publicada un breve anuncio en la prensa escrita a título meramente informativo, de su especialidad y la dirección de su consulta. Posteriormente era el boca a boca de sus pacientes el encargado de difundir la buena formación y la destreza del facultativo, lo que hacía que incrementara su cartera de pacientes que solicitaban sus servicios.
LA ENTRADA DE LAS FRANQUICIAS
El cambio formativo de la Estomatología como especialidad médica a la licenciatura en Odontología y, posteriormente a la irrupción de universidades privadas de forma indiscriminada, está provocando una plétora profesional totalmente inimaginable en otras épocas y muy superior a la de cualquier otro país de nuestro entorno. Esta situación ha sido terreno abonado para que empresarios avezados entren en el sector dental, de manera que el eslabón más costoso de una clínica dental, el facultativo, lo pueden contratar a precio de saldo, cada vez con más frecuencia.